Si googleás “Proceso Creativo” y te salen links tales como “Estos son los 5 pasos que tenés que seguir para ser más creativo”, llamá al 911. Es puro humo.
A esta altura ya sabemos que no existe un método infalible que garantice una idea brillante. El proceso creativo es personal y, si bien pueden existir ciertas cositas que hagan que una persona tenga más y mejor acceso a nuevas ideas, esto no garantiza que lo que le surja como nuevo e increíble sirva efectivamente para algo.
QUÉ ES EL PROCESO CREATIVO
Podemos definir el proceso creativo como la acción por la cual se genera algo nuevo, y eso nuevo tiene un valor (una publicidad, una receta, un paper científico, un chiste, lo que sea). Pero esta nueva creación no surge de la nada, impoluta y aislada de su entorno. La creatividad se basa en generar nuevos conceptos tomando ideas u objetos que ya existen, y que, al desarmarlas y combinarlas de formas diferentes, las terminamos convirtiendo en otra cosa, con otro uso y otro valor. Una mochila comestible, o algo así.
La capacidad de ser creativx es lo que nos permitió evolucionar como seres humanos: cada vez que surgió una idea nueva con algún tipo de valor (la rueda, la escritura, la imprenta, las vacunas, el iphone, el dulce de leche) avanzamos un poco más en nuestra calidad y esperanza de vida.
Ahora, el proceso creativo no se resume a juntarse a hacer brainstorming tomando birra o fumando faso, eso es un verso que inventaron para hacer creer que era todo re divertido. Si bien hay etapas más caóticas que otras, este proceso no es desordenado como te quiere vender el estereotipo del publicitario. Según Graham Wallas, un politólogo inglés re copado, el proceso creativo se divide en cuatro etapas:
Preparación: acá observamos y estudiamos el contexto para definir el problema. Buscamos, investigamos, nos obsesionamos y empezamos a tirar posibles soluciones. En esta etapa es donde se aplica el muy afamado brainstorming y el objetivo es compartir ideas. En este caso se suele acudir a una técnica poco útil que es la de tirar cualquier cosa que se cruce por la cabeza. Esto es muy poco práctico y pocas veces llega a buen puerto. No hay que perder tanto tiempo en eso. La idea es poder desenfocarse, pero no irnos a cualquier lado.
Incubación: acá dejamos de pensar en el tema y nos entregamos de lleno al modo difuso de la vida. Dejamos nuestra parte consciente en reposo, y permitimos que el inconsciente trabaje haciendo asociaciones libres y propias.
Iluminación: de la nada, un día de lluvia haciendo panqueques, la idea vuelve a nosotros en forma de solución (momento “Eureka” según los académicos especialistas en el tema). Obviamente, este momento de lucidez se basa en los procesos que venía laburando nuestro inconsciente haciendo horas extras, por lo cual la investigación previa y el enfoque puesto en la primera etapa cobran especial valor a la hora de llegar a este momento único de satisfacción.
Verificación: welcome to the “Excel Era”. Acá entrá a jugar nuestro pensamiento crítico por el cual verificamos y evaluamos la solución para comprobar si es idónea para la solución del problema. Lo evaluamos desde distintos puntos de vista y vamos mutando la idea primigenia hasta llegar a la versión que, a nuestro criterio, contribuye de la mejor manera a la solución del problema.
VAMOS CON 3 EJEMPLOS
La idea principal de esta nota es dar introducción a un tema apasionante y que nos permitirá ahondar en los procesos de mucha gente talentosa. Por eso, y con el fin de generar expectativa y ansiedad, en esta emisión sólo te vamos a dar algunos ejemplos.
Si bien Wallas hizo punteo básico del proceso, la forma en que cada uno lleva adelante las distintas etapas es completamente diferente. Existen tantos métodos para cada instancia como personas en el mundo.
Brian Peter George St. John le Baptiste de la Salle Eno (AKA Brian Eno)
El famosísimo productor debe tener muchos procesos creativos, pero claramente tiene uno muy destacable: cartas con aforismos hechos por él. El objetivo de este ejercicio es sacarte del loop mental en el que entrás cuando no se te ocurre nada. La idea es tan simple como tomar una carta al azar y seguir el camino que le indica.
El mazo se puede conseguir pero es un toque caro. No te preocupes queridx amigx, porque obviamente hay un sitio web en el que podés obtener una de estas cartas al azar con un sólo clic.
Roberto Musso - Cantante y compositor - El Cuarteto de Nos
El caso de Roberto es muy particular, y por eso se ganó su lugar privilegiado en estos ejemplos introductorios. Él es conocido por ser el cantante de El Cuarteto de Nos, pero casi nadie sabe que además es ingeniero, y que se dedicó como profesional en la materia hasta hace muy poquitos años.
Es por este motivo que su método de creación es distinto al de la mayoría de los artistas, y por eso es muy admirado por varios miembros de esta redacción: escribe sus letras en Excel. Sí, toda su vida gira en torno a Excel (como la de cualquier ser humano que se precie) incluso su faceta como cantante de una de las bandas más exitosas de Uruguay.
Si bien él se inspira en cuestiones cotidianas, el trabajo de rima increíble que caracterizan a las letras de la banda lo trabaja con el paquete Office. Hermoso.
Tomás García - Hace cosas copadas
Les dejamos un video sobre creatividad y procesos del capo de Tomás García, para que él mismo les hable sobre su proceso. Si todavía no seguís su canal, te lo súper recomendamos:
¡Genial esta edición!